martes, 12 de febrero de 2013

Día dos.

Querido diario sustituto: sigo suspensa.

Es más, fíjate si sigo suspensa que en vez de avanzar he retrocedido. Pues hoy no me ha bastado solo con la ansiedad que me provoca mi anhelo hacia Él, sino que para hundirme más en el pozo me he he dedicado a repasar cuidadosamente cada una de nuestras fotos.

Eso no es un paso atrás, es una zancada. En esas fotos relucen sonrisas de lo más felices y miradas de lo más compenetradas. Qué días aquellos que vivimos eh! Ahora las veo y el añoro me provoca una tristeza tan punzante...


Mi madre me contó que cuando lo dejó con mi padre tiró todas sus fotos a la basura y el resto las quemó. Yo siempre había pensado que ese tipo de cosas las hace la gente por odio. Por rabia e ira, como yo hice con las fotos de mi mejor amiga cuando iba a tercero de primaria (supongo que lo de la piromanía es hereditaria, como cundo quemaba las hormigas en la casa del pueblo). Pero con el tiempo me he dado cuenta de que no es solo por esas razones, pues algo como una fotografía puede ser reflejo del recuerdo más verdadero y sin duda el reflejo más falso del mundo entero.

Hay fotos que te traen recuerdos de lo más puros y sinceros. Otras, te hacen recordar un falso momento de felicidad suprema que hace que odies todo lo que tienes por volver a esa escena, pero si te paras por un instante a recordar bien, aunque te quemen los pensamientos, hay trasfondos de lo más feos y dolorosos detrás de la aparente completa felicidad.

Yo no quemaré ni borraré nuestras fotografías, pues son uno de mis más preciados tesoros. Pero a partir de hoy procuraré ver las dos caras de un recuerdo y no dejarme llevar hacia Ti de nuevo por ansiar el pasado. Pues quién sabe lo que nos puede ofrecer el futuro, y la cantidad de imágenes que tiene preparadas para nosotros!

Pero yo...hoy me he aburrido mucho, no le he contado que ya existe ese aparato que le dije que inventaría para poder besarnos cibernéticamente en la maldita distancia, que pienso que Robin y Tedd van a volver juntos por muy diferentes que sean, que hoy un chico ha hecho una ardilla gigante con la nieve alucinante, pero que pienso que Él podría hacerla mejor aunque lo suyo sea la arena, que ya siempre solo por dentro y muchas más cosas insignificantes.



Ojalá sea feliz. Tanto como lo ha sido conmigo, pero esta vez sin mi.

Yo estoy en ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario