domingo, 28 de octubre de 2012

Aires del pueblo

No había vuelto al pueblo desde que tomé la decisión más dura que había tenido hasta ahora y no había sido consciente hasta mi entrada en este, montada en el coche, de la nostalgia que implicaba mi regreso. Iba recorriedo los lugares por los que habíamos estado paseando unos meses antes: El  estrecho paseo lleno de àrboles secos ya en su mayoría, los bancos donde los jóvenes se sentaban a declararse amor eterno, o simplemente a comer pipas, la plaza central donde se concentraban una enorme cantidad de palomas con los respectivos encargados de su manutención diaria que reían y charlaban sobre las últimas novedades campechanas.

Las finas y largas calles, sinuosas a veces, por donde paseàbamos ya no tan enamorados como en tiempos mejores, pero felices y conformistas. Los parques por donde bebíamos con tanta ansia litros y litros de cerveza con patatas fritas y mil historias que contarnos adornadas de enternecedoras carcajadas.

Ahora, tan solo unos meses después, paseo por aquí sola y miro esos lugares de reojo, como con miedo a recordar esos momentos y derramar, sin querer, alguna lagrimilla de añoro. Solo eso, añoro. Ya que mis làgrimas agrias no suelen derramarse por ningún otro sentimiento aparte del nostàlgico.

Cómo puede cambiar tanto una vida, tanto tantísimo hasta llegar al punto de parecer no haberla vivido nunca?

Hay personas que tienen el gran don de olvidar, de la aceptción y del recivimiento de algo nuevo a brazos abiertos.

Los que somos de ese tipo de personas, temo, que corramos el riesgo de adaptarnos tan facilmente a lo que toca vivir que lleguemos a desconocer el valor de lo que tenemos...

domingo, 23 de septiembre de 2012

C'est fini.

Y como todo lo realmente bueno en esta vida, el amor también se acaba.

¿Fácil no?

...

viernes, 4 de mayo de 2012

Echo de menos me hace falta.

¡Pido por favor un viaje de vuelta a aquellos días que ya no son lo que eran!
Mazarrón, Sevilla, Matalascañas, Madrid o simplemente Cartagena...

Días en los que nada importaba a excepción de dos cosas: una Tú y dos Yo.
Donde las horas se sucedían veloces como atracciones de feria y los momentos se detenían como si de un reloj sin pila se tratase.

Disfrutábamos sin prisas, sin quehaceres establecidos por nada ni nadie, tan solo la obligación de amarnos y aprovechar ese amor para hacer cosas increíbles, cosas milagrosas, demostraciones de amor que curan sabes? Si, tienen efectos mágicos.

Nos mudábamos de un lugar a otro de la casa y allí habitábamos durante largos periodos de horas en las que, con muy poco, hacíamos tanto... Y así éramos felices, con algo tan simple como un viejo sofá adornado de bellos recuerdos que exigían a gritos rememorarlos. Y un ordenador agotado, exhausto de reproducir una película detrás de otra. Y una nevera que al abrirla nos hacía daño en los ojos del resplandor que provocaba su blancura por obesos...

Momentos únicos guardados en el cajón de nuestra mesilla de noche adjudicada a los huecos y escapadas y vacaciones de nuestras apretadas vidas aunque, en ocasiones, tan poco productivas...

jueves, 19 de abril de 2012

Tanto y tanto!

Cuando te vea te voy a abrazar tanto ...

Tanto...

Y tanto...

Que me voy a quedar sin fuerzas.

Tanto...

Tantísimo...

Que más te vale no querer soltarme nunca!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Primera noche, astromántica.

¿Por qué no me haces un dibujo?
-¿Un dibujo?
Si, un dibujo ¿Dices que pintas no? A ver...

Él sonrió y le pidió que cerrara los ojos e imaginara.

-¿Dónde te gustaría estar ahora mismo?
Pues...me  gustaría estar en un bonito balcón, de esos que tienen las barandillas viejas, típicos de las casas antiguas. Mirando una luna enorme, brillante, casi blanquísima, que alumbrara a un pequeño pueblo, de esos con encanto ¿Sabes cómo te digo?

Él la miró fijamente, muy de cerca, y con un sutil gesto de afirmación se dirigió hacia el folio, y empezó a dar vida a lo que ella había imaginado. Sus dedos eran largos y trazaban cada línea del dibujo como si llevase toda su vida dedicándose a ello. En menos de cinco minutos y con la triste luz de una diminuta luna, muy ajena a la del dibujo, le devolvió el folio ya acabado.

-Yo... hago cosas mejores que estas, pero el frío me ha inmovilizado las manos y la luz no ayudaba mucho. Te prometo que algún día te haré uno mejor, te lo prometo.

Ella sonrió, él le devolvió la sonrisa (bueno una media sonrisa) y tímidamente la abrazó, yo creo que por miedo a que muriera congelada. La noche no fue como esperaban, se quedaron ahí en un rincón sentados, dejando pasar las horas y escuchando música como si no existiera nada más aparte de esa espiga de ilusión que les llenaba de incertidumbre.

Al llegar a casa ella guardó su dibujo como si de un tesoro se tratase, y nunca, nunca, se desprendió de él.

Los mejores días del año.

Los que se suceden en mi universo paralelo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Universo paralelo.

Existe un universo paralelo donde se encuentra mi felicidad completa.
Es bastante fácil de encontrar. Se haya situado entre mis ganas de Él y mi necesidad de evasión.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Buenísimas noches!


Que paz me da este hombre...

Pues si que si.

- Cochinchina (o Cochin China, en francés: Cochinchine) es la zona meridional de Vietnam, al sur de Camboya.

Instantes.

¿Y si ella se va? ¿Qué harías tú si ella se fuese?

Llegarías a pensar incluso por un instante que todo el amor demostrado durante este último año había sido totalmente derrochado en el mismo momento en el que te dijo que se iba.

Luego recapacitarías y pensarías, tan solo por otro minúsculo instante que tal vez ella necesite descansar y darle una oportunidad diferente a su disparatada vida de constante desidia.

Y finalmente, tras varios intentos de hundir egoistamente su ilusión en las situaciones que veías tan cerca el momento de su despedida, decidirías, al fin, apoyarla en su viaje de estudio de tiempo indefinido. Pues tienes ahora, y tendrías para entonces claro que ni en la Cochinchina (si es que eso existe en algún recóndito lugar del mundo) sería capaz de dejar de amar tan solo por otro instante, a la única persona importante para ella.

Tú.

Bloqueo mental.

Contigo, bloqueo mental y total.

Resulta sencilla y armoniosa la fluidez de las palabras cuando quieren decir algo, cuando ansían describir un echo o un sentimiento, o simplemente contar de una manera bonita y ordenada una historia.

Sin embargo, cuando pretendes expresar algo tan, tan importante, tan determinante y sobre todo tan sumamente grande se hace imposible. Es un sentimiento tan fuerte que, que, que no sabes por donde empezar, y no te sirve empezar por el principio porque cada día que pasa es el principio de algo diferente, y mejor que lo anterior y quieres describirlo todo, pero no puedes! . . .

Lo siento. No puedo hablar de ti.





jueves, 16 de febrero de 2012

Eva y Marcos.

Así se llamarían. Eva y Marcos. Y estarían allí, en ese momento y en ese lugar aquella mañana. Sería el primer día de colegio de Marcos, y estaría bastante nervioso, olvidaría atarse los cordones de sus minúsculos zapatitos que con tanta ilusión aprendió ha atarse ese mismo verano. Serían las 08:30 de la mañana y su padre lo esperaría, llamándolo a gritos desde el recibidor de su casa, con la puerta de la calle entreabierta, y sujetaría con la mano derecha una pequeña bolsita con el almuerzo de Marcos, mientras que con la izquierda se apoya en la tira de una especie de mochila entubada que lleva colgada a la espalda, y donde guarda sus nuevos planos de lo que será la nueva casa de alguien importante.


Marcos ya sale, y ambos se despedirían de mamá, aunque no de la misma manera: con un distraído beso en la mejilla y un profundo aunque rápido beso en el labio inferior. El salón quedará vacío, con un silencio sepulcral y dejando entrar lentamente los primeros rayos de sol que atravesarán el cristal del gran balcón. Haría una mañana espléndida y agradable, algo que llevaría a mamá a pensar, tan solo por un instante, en volver a echarse a la cama, tras un madrugar dedicado a sus adorables. Pero mamá ya no estaría sola en casa, no como hace unas semanas, ni podrá regocijarse en la cama como tanto le gusta hacer (porque a mamá siempre le ha gustado mucho la cama), ahora está Eva, lo está dos semanas atrás, y los días de descanso se han acabado.


Serían, ahora pues, cuatro personas las habitantes de esa casa. Ellos, los que darían vida a Marcos y Eva, nunca dejarían de amarse, siempre lo han echo y siempre, siempre lo harían.


Pero Marcos y Eva no existen aún....